Desmitificando un mito persistente
¿Es cierto que Machu Picchu se hunde?
Esta pregunta, que ha resonado en foros de viajes y redes sociales, merece una respuesta clara y detallada. Machu Picchu, la joya inca suspendida en las nubes, es uno de los destinos más visitados del mundo. Su majestuosa arquitectura en perfecta armonía con la naturaleza y su halo de misterio atraen a millones de personas cada año. Aunque la ciudadela se encuentra en una zona geológicamente compleja, la realidad es más matizada que la simple afirmación de que Machu Picchu se hunde.
Origen y verdad del mito del hundimiento
La preocupación sobre el posible hundimiento de Machu Picchu no es nueva. Se basa en una característica geológica inherente al lugar: la ciudadela fue construida sobre una falla geológica. El promontorio en el que se asienta, conocido como la Ceja de Selva del Perú, es propenso a movimientos de tierra y pequeños deslizamientos. Los incas, ingenieros maestros, conocían perfectamente este riesgo. No obstante, en lugar de evitarlo, lo mitigaron con una de las soluciones más ingeniosas de su tiempo.
El rumor de que Machu Picchu se hunde, surge a menudo de algunos informes, dónde se reportan deslizamientos o hundimientos sobre pequeños asentamientos en ciertas áreas, pero en realidad estos son hechos dispersos que no representan un riesgo de colapso a gran escala. Más bien, se puede afirmar, con certeza científica, que son parte del dinamismo natural de la montaña. La verdadera magia reside en la forma en que los incas construyeron sobre esta topografía inestable.
La ingeniería inca: la defensa contra la inestabilidad
La afirmación de que Machu Picchu se hunde, ignora la gran capacidad e increíble destreza, que en ingeniería antisísmica lograron desarrollar los incas y que la aplicaron en su construcción. Machu Picchu, lejos de ser una edificación frágil y propensa a ceder a fallas geológicas, es una de las edificaciones más resilientes del mundo. De todo esto surge otra pregunta importante ¿Cómo fue posible que una civilización tan antigua pudiera lograr ese éxito de la ingeniería?
Veamos cómo lo lograron:
1.- Sistemas de drenaje: El agua es la mayor amenaza, para la estabilidad de una estructura en una zona montañosa. Los incas crearon un sistema de canales y terrazas que desvía el agua de lluvia, impidiendo que el terreno se sature y se deslice. Las terrazas de cultivo, son un sistema de ingeniería, protector de los cimientos de la ciudad.
2.- Cimientos profundos: Muchas de las estructuras tienen cimientos que alcanzan profundidades de hasta 3 metros. Esto no solo proporciona estabilidad, sino que también las ancla firmemente al lecho rocoso subyacente.
3.- Mampostería sin mortero: Quizás la característica más notable, es el uso de las piedras talladas con una precisión milimétrica que encajan perfectamente sin necesidad de mortero. Esta técnica, conocida como ashlar, permite que las piedras se muevan y se reacomoden durante un sismo, sin que la estructura colapse. Es una tecnología increíble que desmiente la idea de que Machu Picchu se hunde. Gracias a estas técnicas, la ciudad ha resistido cientos de años de actividad sísmica, fuertes lluvias y el paso del tiempo.
La verdadera amenaza para Machu Picchu
Si bien el pánico de que Machu Picchu se hunde es en gran medida infundado, la ciudadela no está libre de amenazas. El verdadero peligro viene de la masiva afluencia de turistas. El excesivo turismo, a pesar de ser vital para la economía de la región, ejerce una presión constante sobre el sitio. El simple hecho de que miles de personas caminen por los mismos senderos y toquen las mismas piedras todos los días provoca un desgaste gradual.
El gobierno peruano ha implementado estrictas medidas de conservación para mitigar este impacto, limitando los aforos diarios y estableciendo circuitos de visita obligatorios. Se promueve un turismo sostenible que preserve el patrimonio para futuras generaciones. La vigilancia geológica es constante, los sensores modernos y los estudios especializados monitorean cualquier movimiento. Aunque se han registrado microdeslizamientos, estos son parte de la dinámica natural de la montaña y no sugieren un colapso inminente. El mito de que Machu Picchu se hunde, se desvanece con las medidas de conservación de Machu Picchu.
Machu Picchu: un legado de ingeniería y resiliencia
En resumen, la preocupación de que Machu Picchu se hunde, es más un mito que una realidad. La ciudadela inca fue construida con una comprensión asombrosa de la geología del lugar, y sus ingenieros tomaron todas las precauciones necesarias para garantizar su estabilidad. El sistema de terrazas, los cimientos profundos y la mampostería sin mortero son testamentos de su genialidad.
Es por eso que podemos tener la total seguridad, de que Machu Picchu va a seguir estando erguida y orgullosa entre las nubes, por muchos años más.
La verdadera amenaza para Machu Picchu, no es su supuesta inestabilidad geológica, sino el impacto del turismo masivo. Por ello, la labor de proteger y conservar este patrimonio universal es crucial. Cada vez que escuchamos la frase: Machu Picchu se hunde, deberíamos recordar la increíble resiliencia de la civilización inca y las medidas que hoy se toman para asegurar que su legado perdure. La verdad sobre Machu Picchu, es que su mayor fortaleza no es solo su ubicación, sino la sabiduría de sus creadores.

